jueves, 12 de enero de 2012

Yo soy Sinfó

Esta es la autografía de un gran hombre de Dios, sencillo, lleno de sabiduría y un tanto testarudo. Algunos dicen que soy muy condescendiente porque era mi padre, pero no miento al decir que fue el hombre más significativo en mi vida. Un tanto bohemio, poeta e idealista. Con pasión por las cosas que hacía y amor por su familia. Gustaba de la música y que todos estuvieran juntos en la mesa. Bueno, prefiero que Él mismo se presente y para eso, voy a copiar textualmente, sin correcciones lo que escribió en una pequeña agenda en el año 1.991 justamente el día de su cumpleaños. Hoy ya no está, pasó a la presencia del Señor, pero estoy seguro que los que le conocimos al leer esto, lo veremos sentado a nuestro lado otra vez.



Yo soy Sinforiano Cabrera Mendoza. Escribo yo con mi propia mano. Nací en Isla Alta, en un pueblito departamento de General Artiga, República del Paraguay.
Nací en una familia muy pobre en una colonia pobre. Me quedé huérfano a los cinco años de edad de parte de mi padre.
Mi día de nacimiento 22 de agosto de 1.935, día jueves por la noche.
Mi madre Zoila Mendoza, mi padre Bruno Cabrera.
Mi mamá luchó mucho con los cinco hijos que le á quedado huérfano. Trabajó muy duro para criarnos.

Mientras crecía yo sufría trabajando muy mal, tampoco pude conocer la escuela, apenas me fui 6 meses en primer grado. Y cuando ya tenía 12 años deletreaba alguna revista.

Y haci aprendí a leer mal mal. Después aprendí a leer la Biblia y con ella me desarrollé mucho.
Cuando tenia los 18 años salí de mi casa en busca de trabajo por las Argentinas en busca de un porvenir mejor. Llegué a conocer el sufrimiento de muchas cosas. Entré a la Argentina en 1.957. llegué en la colonia Gobernador Roca, Misiones y comensé a trabajar con un patrón Ricardo Koloski en 1.957. Trabajé en yerbales como tarefero y carpidor, machetero, achero y después pasé a trabajar en la secanza de yerba. Aprendí hacer Hurú o la secanza. Aprendí  estivar, ombrear, atacar la yerba, fue un trabajo muy duro pero gracias a Dios que fui susperando. La cosa fui un muchacho muy bueno para los patrones.

Después pasé a trabajar en la plantador que es un trabajado. Y allí conocí al tal chica Dominga Pana que llegamos a acernos amigos y después llegamos en un acuerdo y nos juntamos y por último nos casamos. Y fuimos luchando paso a paso trabajando juntos, así llegamos a tener 11 criatura, 11 hijos.


Pero sí que recorrimos mucho en nuestra vida. Aprendimos los buenos y los malos, el goso y el sufrimiento, el frio y calor, la salud y el dolor. Nos cambiamos de lugares en lugares buscando el mejor porvenir pera gracia a Dios que el Señor nos acompañaba de paso en paso. Porque los criés a los 11 hijos, los criés sanos y buenos. Estudioso y trabajador, no me quejo de Dios.

Los importante es que los criés a mis hijos en camino del cristianismo los hice a conocer el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Transité por el camino malos, cometí muchos errores y maldades pero yo sentía en mi vida que Dios siempre estaba conmigo con boluntad de perdonarme – Porque las misericordia de Dios está con nosotros y con toda mi familia.

Sinforiano Cabrera Mendoza – 22 de agosto de 1.935 – 23 de octubre del 2001


3 comentarios:

  1. :( Que lindooooo,
    Sinforiano, prepara el asado que allá nos vemos!

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  2. Creo que hoy soy lo que soy gracias a sus oraciones, que aún hoy Dios contesta y por su influencia. Gacias Dios por la vida de Sinfó, gracias Sinfó por darnos todo de ti.

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  3. Q hermosa historia... Y además hermosa letra!!!

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